Algunas
veces cuando he conversado con algunas personas son reacias a mencionar si han cometido
errores, peor aún indican que no cometen errores, y esto me deja pensando y
mucho, ya que todos cometemos errores desde el primer momento en que
emprendemos algo nuevo, por ejemplo cuando empezamos a caminar, empezamos
gateando y a medida que más gateamos estamos más preparados para caminar,
porque ya se fortalecieron nuestras piernas para resistir el peso de nuestro
cuerpo cuando estamos parados, pero nada garantiza que no nos vayamos a caer en
los primeros intentos.
En la vida
estamos en constante aprendizaje más aún cuando estamos entrando a un nuevo
trabajo, recibiendo una nueva clase, ejerciendo un nuevo puesto, etc., estamos
propensos a cometer errores por la falta de conocimiento de esta nueva etapa
que estamos viviendo, por eso me extraña muchísimo que las personas indique que
no se equivocan. Hay muchas personas que no admiten sus errores y estas persona
no avanzan en su desarrollo, ya sea profesional o personas, lo natural cuando
se presentan situaciones en la vida, es decidir qué hacer y esta decisión tiene
un resultado, si es positivo o negativo tomamos nota para cuando se presente
una situación similar ya sabemos que hacer, a esto se le llama experiencia.
En estos
años he conocido que no avanzan por el error a no equivocarse y cuando los encuentro
siguen en lo mismo, en su zona de confort ya que saben que ahí no corren riesgo
de equivocarse, pero no saben lo maravilloso que es avanzar con sus tropezones
o caídas, pero esto a la larga nos hará más fuertes y sabios de lo que ya somos
hoy.
“Lo que hagas Hoy,
repercutirá en la Eternidad”
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